lunes, 5 de noviembre de 2007

Una Perspectiva del Desempleo en México

Miguel E. Berumen Barbosa (CV)

Febrero de 2004.
"La explicación técnica (del desempleo) es que la automatización de los procesos, es decir, la tecnificación de los procesos manufactureros, está desplazando a las personas. No le demos muchas vueltas con explicaciones políticas, hay una científica y técnica, y es ésta", declaración del Secretario del Trabajo y Previsión Social, el 24 de enero de 2004. Periódico La Jornada.
Presentación

El tema del desempleo, ha sido objeto de declaraciones, opiniones y comentarios, para dar paso a la polémica, muchas de ellas dignas de valor, peso y mucho respeto, otras muy superfluas, poco serias y que confluyen en la minimización del problema que acarrea, pasando desapercibidos e indolentes, ante el triste panorama que se tiene, lastimando con ello a un gran número de personas desempleadas y subempleadas, cuyas expectativas de mejorar sus niveles de vida se alejan cada vez más de sus posibilidades, en la actualidad y de seguir en ese tenor, a pesar de que para otros funcionarios el recurso humano es el principal[1] en el país.

Lo manifestado por el mencionado Secretario, sin lugar a dudas, es uno de los factores que inciden, pero de manera mínima, en el desempleo, sin embargo existen otros que lo superan en incidencia e importancia, que en todo caso debería de considerar y que desgraciadamente, por las justificaciones que ustedes quieran, es más cómodo optar por salirse con argumentos que tocan o rayan lo falaz.

La utilización de los avances científicos y tecnológicos, así como las últimas innovaciones organizativas, en lo que se refiere a las actividades económicas, tienen como finalidad la obtención de su fortalecimiento, consolidar su capacidad competidora, bien en lo externo y/o interno. Pero para ello, es requisito indispensable, para empezar, actualizar la mentalidad del sector empresarial, así como contar con la mano de obra calificada, acorde a dicha tecnificación.

No se puede negar que existan empresas con esas características en el país, las cuales serían muy pocas, la mayoría adolece de dichos perfiles -y ahora mucho más con la política de los “Changarros”-, por ello los niveles competitivos de nuestra economía son superados por otros países. La Balanza Comercial, nos ha reflejado, que las importaciones han sido superiores a las exportaciones, con excepción de los años de 1995, 1996 y 1997, girando la dinámica, fundamentalmente en la venta del petróleo.



Comercio Internacional de México
(Millones de Dólares)

Concepto
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Exportaciones
46,196
51,886
60,882
79,542
96,000
110,431
117,500
136,703
Importaciones
62,129
65,367
79,346
72,453
89,469
109,808
125,242
142,063

Fuente : Elaborado con datos de Estadísticas Financieras Internacionales: Anuario 2000, FMI. Cuadro 11. Internet: http://herzog.economia.unam.mx/secss/docs/tesisfe/ipp/estadist.pdf

Asimismo, el proceso de concentración y centralización del capital, mejoró las condiciones de algunas empresas privadas, como consecuencia de la implementación de una política económica que las privilegió, por demás integrada al mecanismo globalizador, dándoles la posibilidad de reforzar las exportaciones, sumándose a ello, aquellas empresas con capital externo establecidas en el país. Sin que ello significará que las exportaciones dejaran de estar supeditadas a la exportación de hidrocarburos.

Balanza Comercial
Millones de Dólares.
País/Año
Exportaciones
Importaciones
Saldo

1999
2000
2001
1999
2000
2001
1999
2000
2001
México
136,703
166,248
158,547
142,064
174,546
168,276
(5,361)
(8,297)
(9,729)

() Cifras negativas.
Fuente: Balanza Comercial Internacional. Internet : http://www.aico.org/indicadores_bci.html


Supuestos

Si partimos del supuesto, de que contamos con una “automatización de los procesos” -que está desplazando a los trabajadores, incidiendo en el desempleo-, deberíamos observar un alto grado de diversificación de productos ampliamente competitivos: mejor calidad y bajos costos, por ende fortalecimiento de las exportaciones, en cuanto al comercio exterior, luego entonces nuestra balanza comercial reflejaría la diversificación de productos que se exportan, garantizando con ello resultados positivos, además de contar con una fuerza de trabajo altamente calificada, desgraciadamente la realidad no es así, tenemos un alto rezago.

Siguiendo con dicho supuesto, a nivel interno, los diferentes productos deberían de tener las siguientes características: calidad, bajos costos y por ende, bajos precios, por desgracia lo que se registra es el desplazamiento de éstos, por productos provenientes de otros países; seguimos importando no solo productos manufacturados, sino también granos; no hay mejoras en los niveles de vida de la población, cualquier otra declaración contraria, caería en la falacia.

Continuando con este supuesto, tendríamos mano de obra calificada –no desempleo, sino suficientes fuentes de trabajo-, mejores salarios, así como mejores niveles de vida de la población trabajadora; por ende, se disminuiría la migración de la fuerza de trabajo de los estados más pobres, hacia los estados más desarrollados y/o a los Estados Unidos de Norteamérica. Pero además, veríamos garantizada la producción agrícola y con ello la alimentación de la población, sin estar supeditados a otros países. A todo esto se le llama planificación económica, lo contrario quiere decir que no existe esta última, o en el mejor de los casos, se planifica de acuerdo a los intereses de grupos y no de acuerdo a las necesidades de la mayoría de la población, de los intereses de la nación, se apuntala en todo caso la economía privada y por inercia la de los “Changarros”.


Situación actual.

El creciente desempleo, es una manifestación de las irregularidades de la política económica aplicada, al no responder a la demanda de mayores fuentes de trabajo, con salarios, sueldos y prestaciones, que garanticen mejores niveles de vida para los trabajadores y sus familias.

Se observa una política económica tendiente a concentrar la riqueza en grupos selectos nacionales, en beneficiar al capital privado extranjero[2], es parte de una reestructuración económica que tenga capacidad de respuesta a la maquinaria globalizadora, no a los intereses de la mayoría de la población, pero desgraciadamente es una reestructuración que en mucho es superada a las economías de los Estados Unidos de Norteamérica, es decir, que se podría comparar con ser sólo un apéndice y no más.

El perjuicio que se genera en el país con esta reestructuración, crea un panorama socio político que tiende a agudizarse; nuevamente la realidad supera en mucho la estructura política, a pesar de la presencia de los diferentes partidos políticos, poco pueden ofrecer estos al electorado, son demasiadas las necesidades que se tienen, por ello es incongruente los presuntos mejores niveles de bienestar de la población que dice que existen.

Con el tema del desempleo, ha surgido la desconfianza hacia las estadísticas oficiales que se manejan, argumentando fallas en el método que utiliza el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI)[3], según indica la investigadora Laura Juárez Sánchez, de la Universidad Obrera, porque no se consideran a las personas que emigran a los Estados Unidos, aduciendo un cálculo de 400 mil por año.

Y en verdad, los cálculos oficiales son demasiados reservados para quienes tenemos una estrecha relación directa con la realidad, dentro de la población ocupada, no se puede considerar aquella que se ubica en la llamada economía informal –independientemente de que algunos utilizan el concepto de desempleo abierto-, a vendedores ambulantes, a las personas que se dedican a actividades a las que las circunstancias los han orillado para poder subsistir, a los profesionistas cesantes, incluso con niveles de Maestría y Doctorado[4], que no encuentran trabajo acorde a sus perfiles, obteniendo sueldos miserables, el aprovechamiento de esta mano de obra calificada es subutilizada.

Esto último nos refleja una cruda realidad, la ausencia de una verdadera planificación educativa, que se encuentre completamente integrada, no solo a la demanda de nuestra economía, sino de las necesidades sociales y políticas, cada profesional ubicado en las labores que les compete[5].

No obstante a la incongruencia de las estadísticas, de algo se tiene que partir, y en ese sentido se utilizan las cifras oficiales, reconocidas, avaladas, de acuerdo a ello, tenemos el siguiente cuadro.

De 1992 a 1994, se observa un ligero crecimiento, para llegar a 1995 a una tasa de 6.2, a partir de ahí, hasta el 2001, se registra una baja en la tasa de desempleo, para llegar al 2002 con una tasa de 2.7 y subir también en el 2003 con 3.3.


Tasa de Desempleo Abierto Nacional
Año
Población Económicamente Activa (PEA)
Tasa de Desempleo
1992
n.d.
2.8
1993
33 651 812
3.4
1994
n.d.
3.7
1995
36 195 641
6.2
1996
36 831 734
5.5
1997
38 584 394
3.7
1998
39 562 404
3.2
1999
39 648 333
2.5
2000
40 161 543
2.2
2001
40 072 856
2.5
2002
41 085 736
2.7
2003
n.d.
3.3
n.d. No Disponible
Fuente: Secretaría de Desarrollo Económico, con base en datos del INEGI.


Ante tal panorama, se implementa una política denominada: “Plan de austeridad y rendimiento del gobierno federal”, el cual consiste en la implementación de un programa de “retiro voluntario”, así como inducción del retiros no muy voluntarios, a fin de disminuir las nóminas en el gobierno federal para empleados de base, con sueldos bajos -y que son los que realizan las labores básicas, cotidianas-, desgraciadamente no se contempla la implementación de criterios que incidan en los mandos medios y altos, con excepción, muy reservadamente, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública[6].

A diferencia de este esquema de los trabajadores de base, se tiene por su parte una nómina que considera plazas con niveles elevados y por ende, con sueldos abismales en comparación a los trabajadores de base[7], se aprecia pues, una elevada concentración de los ingresos, donde muchos de los funcionarios no justifican la percepción económica que reciben, de ahí las declaraciones de la diputada federal, Dolores Padierna Luna, “La eliminación de 50 mil plazas en la estructura del gobierno federal anunciada por el presidente Vicente Fox tiene que hacerse, pero en los mandos medios y superiores, que este año costarán al país 35 mil millones de pesos; además, el Congreso no ordenó al mandatario el despido de personal”[8].

Asimismo, en otra nota periodística se indica con el título “Sube hasta en 360 % el número de mandos superiores este sexenio”[9], observándose que en 2000 había 234 directores generales y ahora, según reporte de la Secretaría de Hacienda, hay 847, se observa pues, la poca congruencia entre lo que se dice y lo que se hace, por desgracia en perjuicio de la mayoría de los trabajadores.

Se agregaría a esta política de “austeridad”, las notas periodísticas sobre el costo que implica la renta de sedes diplomáticas[10], así como el caso del representante de México ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicas (OCDE) en Francia.

Como consecuencia de tal panorama, las fracciones parlamentarias del PRI, PRD, Convergencia y PT en la Cámara de Diputados, demandaron al presidente Vicente Fox, acatar el artículo 30 del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2004, que lo mandan a poner en marcha programas de austeridad y racionalidad en el gasto, y a despedir a por lo menos 3 mil funcionarios medios y superiores[11].


Impactos, posibles escenarios.

Según declaraciones a los medios de comunicación por parte del Ejecutivo Federal, en lo que va de su administración, tres años, se ha registrado una disminución de 150 mil plazas, a las que se sumarán 55 mil programadas para dar de baja en el transcurso del 2004.

Ante las medidas implementadas por la federación, para reducir el gasto público, optando por el despido masivo de empleados burócratas de las diferentes dependencias, así como la postura de descartar la posibilidad de absorber a trabajadores del Estado que pierdan su plaza por parte del sector empresarial[12], “seguramente” ya haya sido sometido por sus diferentes organismos, el impacto que traerá, la consecuencia política, social y económica.

Dicha medida, forma parte del denominado “Plan de austeridad y rendimiento del gobierno federal”, proponiendo la parte oficial, a la vez, la opción de retiro “voluntario” a los trabajadores, con lo que a los desempleados les aseguran “recursos adicionales en términos contractuales para que puedan crear su propio negocio o empresa familiar”[13]. Se aduce que la “burocracia de escritorio” es fuente de ahorro, subrayando que en tres años las transferencias a estados y municipios han crecido 50 por ciento en términos reales, canalizándose a los “gastos en servicios de salud, de educación pública y de seguridad, ¡Ahí es donde se ha contratado gente!”

Para empezar, a estas alturas, dichos organismos ya han de tender conocimiento que la reacción e impacto negativo, será completamente diferente en los diversos estados de la república, incluso, dentro de las diferentes zonas de dichas entidades federativas.

De lo anterior, se desprenderán las diferentes expectativas o “prospectivas” que se esperan, para lo cual se considerará la implementación de una serie de medidas tendientes a amortiguar los impactos que dicha medida generará y que consolida el creciente proceso de desempleo en el país:

A nivel interno:

Crecimientos de los “negocitos” –que algunos creen firmemente que con ello se fortalecerá la economía del país-, es decir los llamados “changarros”, opción para ellos por demás “muy brillante”. Al menos para aquellos burócratas que se “beneficiarán” con los programas de retiro “voluntario”, tratando de utilizar el poco recurso económico para invertirlo en una aventura de supervivencia, con la tendencia a desaparecer en un corto tiempo.

Otros, optarán por las actividades comerciales, como vendedores ambulantes, es decir pasarán a engrosar el subempleo o empleos disfrazados.

Algunos más, buscarán empleo o alguna ocupación, medianamente pagada, con tal de asegurar algún recurso, sin posibilidades de mejorar sus expectativas de vida para sus familias. Se consolidará el abaratamiento de la mano de obra, en todos sus niveles: mano de obra calificada y no calificada. No se descarta la posibilidad del crecimiento de la corrupción.

Crecerá o se consolidará la tendencia del sector terciario, en el sentido que absorberá o se ubicará la mano de obra desempleada, proveniente del sector primario y secundario.

Crecimiento de la migración de poblaciones, zonas, estados más pobres, hacia ciudades y/o entidades más grandes, con mayores niveles de desarrollo, y con ello crecimiento de asentamientos humanos irregulares, mayores demandas en cuanto servicios y fuentes de empleo.

Los que se encuentren sin más opciones, se sentirán en el abandono laboral y social, sin perspectiva positiva alguna, sintiéndose orillados a delinquir: tráfico de drogas, trafico de indocumentados centro y sudamericanos, robos, asaltos.

Orillados por la desesperación de los sin empleo, se hará crecer el índice de suicidios, homicidios, drogadicción, alcoholismo, enfermedades nerviosas y psicológicas.

Se consolidará la pobreza y desigualdad, pese a los discursos gubernamentales, que en el mejor de los casos, sus raquíticas medidas son sólo pequeñas dosis para apuntalar la de por sí endeble situación económica del México mayoritario. No descartándose que tales medidas, busquen ser aprovechadas en la antesala de los procesos electorales.

En este panorama, los antes trabajadores burócratas, sentirán el impacto negativo del despido laboral de verse defraudados, posiblemente se crearán atmósferas de incredulidad, de desesperación, ira, resentimiento y despotricarán en contra del gobierno.

En medio de esta triste situación, no se puede descartar, que se este dando el marco para la generación o reactivación de la presencia de grupos sociales radicales de izquierda, tanto urbanos como rurales, y la realidad no es para menos, toda vez que no se observa el mejoramiento en todos sus ámbitos para el cambio que tanto se prometió.

En el mejor de los casos, optarán por conformar la oposición a todo lo que huela a gobierno, la inconformidad predominará, y la sombra del abstencionismo electoral se consolidará.


En el nivel externo:

Crecimiento del fenómeno migratorio, principalmente hacia los Estados Unidos de Norteamérica, tanto de la mano de obra calificada y no calificada, y en ese sentido la migración legal –con documentos- e ilegal –mojados-.

Con la finalidad de mejorar la imagen gubernamental, se considera que se consolidará la tendencia para negociar el problema migratorio, aprovechando la iniciativa del presidente George W. Bush, lógicamente de acuerdo a los criterios e intereses de los Estados Unidos de Norteamérica, es decir sin que cambien en mucho las condiciones de nuestros migrantes.

No se descarta que, basados en dicha política migratoria, el gobierno mexicano, pretenda injerir en las remesas de nuestros migrantes, tratando de sacar provecho de tal situación.

fuente bibliografica: http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/mx/mebb-desem.htm
las tablas que se muestran se movieron por el editor
comentario:
me parecio que los puntos que esta tocando estan ionteresantes para nuestra investigacion y que nos sirve para el resto del trabajo
vicky

1 comentario:

compartir dijo...

Tu comentario es muy pobre, es necesario hacer mas análisis de lo que publicas.